TECNOLOGÍA

Hoy hablaremos de tecnología en este programa, por definición saberes y destrezas que nos han regalado una amalgama de utensilios, cachivaches y enseres destinados, en teoría, a hacer nuestra vida mejor.

Hay un niño en una habitación, escribe su diario en una pantalla de ordenador y cuenta su partido de fútbol, su primer beso, su primer cigarro a medias. Al otro lado de la pantalla, cruzando el Atlántico lo recibe otro joven de distinta latitud de un hemisferio diferente.
Sin embargo, a unos metros separados por un tabique de papel sus padres permanecen ajenos, no saben nada él ni tampoco lo han intentado. Tan solo unos metros les separan para tocarse, pero miles de kilómetros para entenderse.

Albert Einstein se preguntó en una ocasión: "¿Por qué esta magnífica tecnología, que ahorra trabajo y nos hace la vida mas fácil, nos aporta tan poca felicidad? La repuesta es, simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla".
Al final sentenciaremos, como hacemos siempre cada una de las cosas que hemos creado sin pararnos a pensar que somos los propios responsables de su uso.
Buscando entre las páginas de este cuaderno de bitácora me sorprendió la siguiente cita del científico holandés Edger Distra:
"El esfuerzo de utilizar las maquinas para emular el pensamiento humano siempre me ha parecido bastante estúpido. Preferiría usarlas para emular algo mejor"
¿puede ser la máquina responsable de su existencia y lavarnos las manos ante un problema del que hemos sido sus propios creadores?

Para sus padres es más fácil cargar responsabilidades sobre el objeto inanimado, ensordecidos por el ruido que hacen las teclas cuando su hijo grita. Hace meses que no se miran a los ojos, ojos que ya solo se reflejan en una pantalla de plasma, y es que como dijo Julio César Chinchilla "parece que hoy en día lo único que avanza es la tecnología"
Tal vez hayamos confundido lo importante con lo cómodo, maravillados por ser capaces de enviar toneladas de información en un segundo a nuestras antípodas, nos cuesta cada vez más sentir o entender a la persona que comparte nuestra vida.
Es cierto, como dijo Andy Rooney: "Los ordenadores facilitan hacer un montón de cosas, la mayoría de las cuales no necesitan ser hechas".

Por desgracia hemos renunciado a la comunicación intensiva a favor de la extensiva, dejando en manos de inertes aparatos lo que antes desarrollaba la mente humana. Puede que esto sea lo más grato para todos, al fin y al cabo una máquina no puede sentir, no puede quejarse, no puede cuestionar. El genial Pablo Picasso ya lo advirtió cuando dijo que "Los ordenadores son inútiles. Sólo pueden darte respuestas"

Para mal o para bien, todavía hay un sitio donde no han llegado las nuevas tecnologías, no hay más que observar la asignación de créditos prácticos de todas nuestras asignaturas. No es que a mi me importe, después de todo siempre preferí escribir cartas a procesar textos, aunque como dijo John Osborne va en contra de nuestro desarrollo puesto que
"El ordenador es la evolución lógica del hombre: inteligencia sin moral"
Posiblemente, como alguien dijo en una ocasión, "mañana nos daremos cuenta de que hoy no sabíamos nada", mientras tanto deberíamos prestar más atención a ese niño que como toda nuestra sociedad es producto de lo que hemos entregado, porque mañana, es probable que la única solución que nos quede sea reiniciar el equipo.

No hay comentarios: